jueves, 9 de septiembre de 2010

Capitulo 9

¡Maldita sea! Odio sentirme impotente... Y por muchos forcejeos que intentara, no podía salir de ese lío.

A Adam parecía que le habían dado una patada en el estómago: estaba pálido como la nieve.

- Adam... - dijo el demonio, o Nicholas, con una voz que me hizo estremecer.- ¿Cuántos siglos han pasado? ¿Tres? ¿Cuatro, quizá?

Adam no respondió, así que Nicholas siguió hablando:

- ¿Tienes alguna idea de lo que es estar encerrado en el collar durante más de tres siglos?- él negó con la cabeza.- Bien... Porque después de que mate a esta chica, sabrás lo que yo sentí al pasar tanto tiempo con 9 personas más.

El cuchillo cada vez fue haciendo más presión en mi piel, hasta que, finalmente, consiguió hacerme un corte. Yo grité de dolor.

Venga, Juliet... Algo se te tiene que ocurrir... No puedes dejar que te mate un demonio tan imbécil tan fácilmente. Y entonces se me ocurrió un plan.

- ¡Espera!- grité, y el objeto dejó de hacer presión.

- ¿Qué quieres?- gruñó él. Adam me miró también, sorprendido.

- Es que... como te dije antes... eres mi tipo ideal. Y... -proseguí.- bueno, me gustaría que me dieras un beso antes de morir.- él me miró extrañado, pero a continuación sonrió. Me soltó las manos, entre las cuales tenía escondido el collar aún, y se aproximó a mis labios.

- Me alegra que tus últimas palabras, y tu última visión antes de morir sea verme a mí.- comentó sonriente.

- Y a mí también.- Pedazo de cerdo, añadí en mi mente. Nicholas, o el demonio que lo poseía, se fue acercando a mis labios. Cerró los ojos. Perfecto.

Alcé la mano que tenía el collar y rocé su corazón con la rosa.  Al instante él abrió los ojos y me miró con furia.

- Tú... - murmuró entre dientes. Alzó el cuchillo, pero antes de que me rozara dije:

- No me vas a clavar ese cuchillo.- le miré a los ojos. Adam había dicho que podía usar la coerción, pero como no sabía cómo se usaba, intenté estar calmada y pensar que iba a obedecer mis órdenes.- Vas a estarte quieto, y vas a guardar tu alma dentro de este collar.

Lo único que pasó después fue un pequeño ruido del viento. Y, a continuación, un humo negro salió por la boca de aquel chico, y se metió dentro del collar.

Suspiré aliviada.

- ¿Ves?- repliqué a Adam, el cual estaba con los ojos abiertos de par en par y más sorprendido de lo que jamás podré llegar a verle alguna otra vez.- Podía hacerlo sin ayuda.

Él caminó hacia donde yo me encontraba.

- Por lo menos estás bien... Ese tío por poco te mata. ¿Tienes idea de la bronca que me caería si te hubiera matado? Deberías tener más cuidado.- reprochó.

- ¿Estás diciendo que todo esto- señalé el lugar-, que el tío ese por poco me mate... es culpa mía?- inquirí enfadada.

- ¡Por supuesto que lo es!- exclamó él. Yo bufé.

- Todo iba de perlas hasta que tú apareciste.- recriminé, apuntándole con el dedo.

- ¡¡Estaba a punto de clavarte el cuchillo en la garganta!! ¡¿¿Qué pretendías que hiciera??!- preguntó él, alzando la voz.

- ¡¡¡Es que él te estaba hablando a ti, imbécil!!!- grité yo.- ¿¡¡O ves por aquí otro ángel estúpido!!?

Adam me cogió bruscamente de la mano, y nos tele-trasportó de nuevo al internado.

No volvió a dirigirme la palabra en el trayecto hacia mi habitación, ni yo tampoco a él. En realidad estaba pensando en lo que había dicho aquel demonio. Parecía conocer a Adam... Y desde hace bastante tiempo.

Cuando ambos nos encontrábamos enfrente de la puerta de mi habitación, me atreví a preguntar lo que había estado pensando durante todo el trayecto.

- Adam, ¿de qué te conocía ese demonio?

Él me miró sorprendido, y después resopló.

- Muchos demonios me conocen, ¿sabes?

- Ya... Pero él dijo... – paré unos momentos para recordar lo que Nicholas había dicho.- Dijo: “Porque después de que mate a esta chica, sabrás lo que yo sentí al pasar tanto tiempo con 9 personas más”

Esperé a que dijera algo, pero no lo hizo. En vez de eso, se limitó a pasarse la mano por el pelo, nervioso.

- Mira... tú no sabes nada de esto, así que será mejor que te quedes en un segundo plano.

Pero, sinceramente, ignoré ese comentario. Comencé a unir frases que Nicholas había dicho. Conocía a Adam... Si no no podría hablarle con tanta naturalidad... Después comenzó a hablar de ese collar, de lo que había pasado ahí dentro... Y por último, de cuánto quería que él sintiera lo que había pasado esos últimos siglos.

Mi boca se abrió inesperadamente. Lo que el demonio quería era encerrarle en el collar. Pero...

- ¿Por qué?- pregunté. Él me miró con el ceño fruncido.- Ese demonio quería encerrarte en el collar... - por un momento vi un atisbo de pánico en su cara, pero luego volvió a tener el mismo semblante despreocupado que le caracterizaba. Y eso me enfadaba bastante. Le di un pequeño empujón, provocando que se tambaleara un poco.- ¡¡Maldita sea, Adam!! ¿¡Por qué!?

Pero su respuesta no fue la que esperaba. Me cogió de ambos brazos fuertemente, y me dijo con una voz fría e irreconocible:

- Te he dicho que no es asunto tuyo, así que no te metas en lo que no te incumbe.




Y desapareció, dejándome con la boca abierta y el ceño fruncido de frustración. ¿No quería decirme nada? Muy bien... Pues iría a ver a la única persona que me podría decir algo: Adrian.





Bueno, aquí está el capítulo 9!! Al fin xD Este es bastante largo, mucho más que los demás. Espero que os guste!

Comenzaré con el capítulo 10 ahora mismo. No sé si será igual de largo... Aún no lo tengo pensado.

No olvidéis comentar el cap. 

XoXo

Savannah♥

2 comentarios:

  1. cada dia se pone mas interesantee!!
    cual sera su secretoo???mmm..XD
    beso!

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  2. Me encanto, me encanta tu historia!!Espero el próximo
    bss!!Any

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