Después de informarme sobre dónde estaba la habitación de Adrian, fui hacia allí. Toqué un par de veces, y una figura salió del cuarto.
Adrian llevaba puesto una camisa negra, con varios botones sueltos, y un pantalón blanco de seda. Su pelo estaba algo alborotado, y sus ojos tenían un brillo que no supe identificar.
- Juliet.- exclamó, claramente sorprendido.- No te esperaba aquí, ahora.
Por supuesto que no. Si no tuviera una buena razón para estar a las 11 de la noche en la puerta de la habitación de Adrian, no vendría ni aunque me pagaran.
- ¿Tienes un minuto?- pregunté. Él alzó las cejas, aún más asombrado, y se hizo a un lado.
- Por supuesto. Entra.
Pasé a la habitación. Ésta era muy amplia, con una cama inmensa y cuadros colgados por toda la pared azul pastel. Un ruido me distrajo: la televisión. Era de plasma, y grandísima.
- ¿Cómo consigues todo esto? ¡Es increíble!- mi boca estaba abierta. Probablemente era la habitación más grande de todo el internado. Adrian se encogió de hombros.
- Ya estaba así cuando yo llegué.- me di la vuelta, y me sorprendió bastante lo cerca que estábamos.
- ¿Puedo preguntarte algo?- asintió.
Adrian se sentó en el sofá de terciopelo rojo que había cerca, y me invitó a sentarme junto a él. Yo lo hice a regañadientes. Si quería respuestas por su parte, tendría que guardarme mis comentarios para mí.
- ¿Conoces a Adam?- él no respondió.- ¿Fue él el que te encerró dentro del collar?- sus ojos se abrieron, pero siguió mudo.- ¿No decías que me ibas a responder?- pregunté algo enfadada.
- Te dije que sí, - comentó sonriente.- pero no que fuera gratis.
Arqueé una deja.
- ¿Qué es lo que quieres?- él esperó, pero dijo:
- Un beso.
- ¿¿Un beso??- repetí yo, confusa.
- Sip. Quiero que me des un beso.- bufé.
- Ni de coña.- me levanté y fui caminando hacia la puerta, pero de nuevo su comentario me hizo parar.
- Adam tiene bastantes secretos... Es una pena que desaproveches una oportunidad así...
¡Eso era chantaje! Me giré para poderle ver la cara, o si estaba de broma, pero su cara no demostraba nada de eso. Al contrario: parecía bastante sincera.
- Vale.- contesté.- Pero primero quiero que me digas todo lo que sabes de él.
- Está bien... ¿Por dónde empiezo?- se preguntó a sí mismo con un tono pensativo.- Bueno... Conocí a Adam hace bastante tiempo... Sí. Hará unos... 4 siglos. Creo. La verdad es que yo antes no era un demonio. Era una especie de “ángel”. Aunque ahora también me considero uno.- comentó sonriendo.- Pero antes, se podría decir que era “bueno”. Pero pasaron cosas, que me hicieron volverme al lado oscuro.
- ¿Qué cosas?- le pregunté. Él me miró seriamente.
- ¿De verdad querrías saberlas? ¿De verdad?
- Sí.- contesté, impaciente.- De verdad.- Adrian suspiró.
- Me enamoré de una humana. Era hermosa: castaña, cuyos rizos eran como un muelle, y de ojos color miel. Era el amor de mi vida. La quería más que a mi propia vida... - hizo una pausa.
- ¿Y qué pasó después?- le animé a continuar, sorprendida por el hecho de que se hubiera enamorado.
- Bueno... Después el imbécil de Adam apareció y enamoró a mi prometida. Ella... la persona a la que más había amado, estuvo dispuesta a irse con él y dejarme tirado de lado, solo, y sin nadie más. Y entonces... - prosiguió, meditando las palabras.
- ¿Entonces qué?- pregunté.
- Entonces él asesinó a su prometida.- añadió una voz a mis espaldas. Adam. Me giré bruscamente para verle la cara. Pero él no me estaba mirando a mí, sino a Adrian.- La asesinó a sangre fría, y contra la voluntad de la chica.
Aquí os dejo el capítulo 10. Espero que os guste.
Comentad, please.
XoXo
Savannah♥
Adrian asesino a la chica que amaba???? O.O No me lo puedo creer!!!
ResponderEliminarEspero el siguiente!!
Bss
=O
ResponderEliminarDemasiado breve y demasiado intenso!Me matastee
De verdadd